[vc_row][vc_column][ultimate_heading margin_design_tab_text=»»]Otro sábado para seguir conociendo y sorprendiéndonos de las plantas que nos ayudan a sanar, a profundizar y a realizar procesos que pueden ser para mejorar ciertas afecciones pero que siempre nos invitan a explorar más allá de lo que vemos. Cuando comprendemos esa inteligencia de las plantas con frecuencia nuestra vida da un giro.
Como siempre, la invitación es a abrir tus sentidos y comenzar a experimentar con estos regalos que el Universo ha puesto generosamente a nuestra disposición.
Hoy conoceremos sobre el Cedro, que tal como el león en el reino animal, este árbol reina en el mundo vegetal. En los tiempos bíblicos, el Cedro simbolizaba la fuerza, la grandeza espiritual, la dignidad, la aristocracia y el coraje. La palabra “Cedrus” viene del árabe “kedron”, que significa fuerza. Es símbolo de inmortalidad e incorruptibilidad.
El Cedro fortalece los riñones, que representan la voluntad. El tipo de voluntad que nos permita mantenernos firmes, aun contra fuerzas externas persistentes. Puede darnos una fuerza inamovible en tiempos de crisis, tranquilizando la mente consciente, nos ayuda a resistir los sucesos repentinos y las emociones fuertes, que amenazan con minar la seguridad y el estado de ánimo.
Aloe vera
Una de las más usadas en la antigüedad, los griegos, romanos, egipcios e hindúes ya conocían sus propiedades. Se señala a Cleopatra como una fiel amante de sus bondades. Denominada como la planta de la Inmortalidad, fueron los árabes los primeros en comercializarla.
El Aloe vera cicatriza y limpia heridas. Desinflama, es antibacterial y cicatriza rápido. Ideal para la piel, limpia acné y quita manchas en la piel. Suaviza y activa la regeneración celular. Ideal para quemaduras de todo tipo. Para el cabello lo hidrata, mejora su aspecto, lo vuelve brilloso y lo protege. Recomendable para gastritis y demás problemas gástricos.
Sus usos mágicos son de protección y prosperidad. Una planta de Aloe vera protege a los habitantes de la casa. Absorbe la energía negativa sin requerir muchos cuidados, más que cuidarla de fuertes vientos o granizada. El Aloe vera es de bajo requerimiento hídrico y que adquiere su fuerza de la luz solar por lo tanto es gran portadora de energía.
Boldo
El Boldo contiene cerca de veinte alcaloides entre los cuales destaca la boldina que estimula el funcionamiento de la vesícula biliar y tiene propiedades beneficiosas sobre el hígado. Es capaz de cambiar la composición química de la bilis previniendo la formación de cálculos biliares o piedras en la vesícula. Es una planta adecuada para disminuir los niveles de colesterol, dado que depura el hígado y el colesterol de la bilis ayudando a eliminar estas grasas del organismo. Pueden beneficiarse de sus efectos las personas con ictericia, cirrosis e hígado graso.
Su característica fragancia y aroma que desprende las hojas le confiere un efecto tonificante del sistema digestivo, sobre todo gracias a su compuesto Cineol, que tiene un efecto hepatotóxico y protector estomacal. Puede ser un buen remedio para dolor y molestias estomacales como también para la gastritis mediante infusiones y tisanas. El Boldo contiene otro compuesto orgánico llamado Ascardiol, que tiene efecto sedante y ligeramente analgésico. Debemos considerar que tratamientos con Boldo puede dar un efecto ligeramente laxante debido a sus propiedades coleréticas. Muestra efectos sedantes y calmantes del sistema nervioso. La boldina tiene un efecto levemente hipnótico. Puede estar indicado para personas con insomnio puntual, nerviosismo, estrés y ansiedad.
El consumo de Boldo está contraindicado en caso de obstrucción de las vías biliares y enfermedades hepáticas graves, ya que en estos casos es aconsejable el reposo digestivo. Tampoco se aconseja para aquellas personas diagnosticadas de enfermedades renales ya que en ocasiones, tiene asociada irritación en los riñones. Por la presencia de alcaloides, no debe tomarse durante el embarazo, especialmente durante los primeros tres meses de gestación, tampoco durante la lactancia y en la niñez. Al igual que sucede con numerosas plantas medicinales, las propiedades y efectos del boldo pueden variar o alterar su efecto al interactuar con determinados fármacos, e incluso reducir el efecto de estos. La principal interacción se produce con la toma de anticoagulantes orales.
[/ultimate_heading][/vc_column][/vc_row]